Sodio
El sodio es un mineral esencial que desempeña un papel importante en muchas funciones corporales importantes, incluidas la regulación de la presión arterial, la transmisión de los impulsos nerviosos y la contracción muscular.
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El sodio es un mineral esencial que desempeña un papel importante en muchas funciones corporales importantes, incluidas la regulación de la presión arterial, la transmisión de los impulsos nerviosos y la contracción muscular.
El sodio es un mineral que se encuentra naturalmente en el suelo y en el agua. También se puede encontrar en los alimentos, como la sal, los productos lácteos, las carnes, las aves de corral, los pescados y los huevos.
El sodio es un electrolito, es decir, una sustancia que conduce la electricidad. El sodio ayuda a regular el equilibrio de líquidos y electrolitos en el cuerpo. También ayuda a controlar la función muscular, la función cardíaca, la presión arterial y la salud renal.
El sodio ayuda a regular la presión arterial al ayudar a retener el agua en el cuerpo. Cuando los niveles de sodio son altos, el cuerpo retiene más agua, lo que puede aumentar la presión arterial.
El sodio es necesario para la transmisión de los impulsos nerviosos. Los impulsos nerviosos son señales eléctricas que viajan por el cuerpo y ayudan a controlar las funciones corporales, como los movimientos musculares y la función cerebral.
El sodio es necesario para la contracción muscular. El sodio ayuda a que los músculos se contraigan y se relajen.
La sal es la principal fuente de sodio en la dieta. La sal se agrega a muchos alimentos procesados, como los alimentos envasados, los alimentos precocinados y las comidas rápidas.
Otras fuentes de sodio incluyen:
Productos lácteos: La leche, el yogur y el queso son buenas fuentes de sodio.
Carnes: La carne de res, la carne de cerdo, la carne de pollo y el pescado son buenas fuentes de sodio.
Aves de corral: El pollo y el pavo son buenas fuentes de sodio.
La ingesta diaria recomendada (RDI) de sodio para adultos es de 2.300 miligramos (mg) por día. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos consuman menos de 2.000 mg de sodio por día.
El consumo excesivo de sodio puede aumentar el riesgo de una serie de problemas de salud, como la hipertensión, las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y la osteoporosis.
El sodio es un mineral esencial para la salud, pero es importante consumirlo con moderación.